En otro devocional, a había hablado sobre perdonar a los demás por el mal que podrían haberte hecho. Esta semana quiero hablar de pedir perdón, especialmente a Dios. Todos los días pecamos de una forma u otra, lo queramos o no, un pecado pequeño o grande es un pecado. Cuando pecamos muchas veces simplemente continuamos con nuestro día como si nada hubiera pasado, pero necesitamos arrepentirnos y pedir perdón a Dios. Sabemos que Dios envió a Jesús a pagar por todos nuestros pecados, pero eso no significa que pecaremos a propósito sabiendo que Él pagó el precio final.

Lucas 5:27

Jesús llama a Leví

27 "Después de esto, salió y vio a un recaudador de impuestos llamado Leví, sentado en el puesto de impuestos. Y le dijo: "Sígueme". 28 Y dejándolo todo, se levantó y lo siguió.

29 Y Leví le hizo un gran banquete en su casa, y había una gran compañía de recaudadores de impuestos y otros sentados a la mesa con ellos. 30 Y los fariseos y sus escribas se quejaron de sus discípulos, diciendo: "¿Por qué comes y bebes con publicanos y pecadores?" 31 Y Jesús les respondió: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.”

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