esta semana quería hablar sobre el seguimiento y cómo se ve en la Biblia. En nuestras vidas hemos seguido una orden o instrucciones de otros en una posición más alta que tú, ya sea en el trabajo, en la familia, la escuela, las amistades y las relaciones. En estas situaciones hay dos vías: cuestionar todo lo que te han indicado que hagas o simplemente hacer lo que te dicen. Ahora, cuando estamos hablando de Dios, el seguimiento incluye la fe. Muchas historias en la Biblia son experiencias de primera mano de los discípulos y personas que siguen las instrucciones de Dios sin dudar (fe), o con muchas preguntas. Tomemos el ejemplo de Jesús llamando a Pedro a caminar sobre el agua. Mateo 14:28 (RVR60) 28 Y Pedro le respondió: Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas. 29Él dijo: “Ven”. Así que Pedro salió de la barca, caminó sobre el agua y se acercó a Jesús. 30Pero cuando vio el viento, tuvo miedo, y comenzando a hundirse, gritó: “¡Señor, sálvame!”. 31Jesús inmediatamente extendió su mano y lo agarró, diciéndole: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”. Con la historia también quería llamar la atención sobre la duda que tuvo Pedro mientras estaba en el agua, caminando hacia Jesús. Al seguir habrá dudas, pero lo importante es clamar a Dios para que te vuelva a poner en el camino correcto. Como ves en los versículos 30-31, Pedro llama a Jesús cuando se da cuenta de que se está hundiendo, y la parte asombrosa del siguiente versículo dice: "Jesús inmediatamente extendió su mano y lo agarró". Dios siempre tendrá su mano extendida para ti cuando tropieces mientras lo sigues.